Bolsas y mochilas para soldados/Alizones.shop

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Mochilas militares para largas expediciones

A los soldados en marchas prolongadas les hacían falta bolsas cómodas y prácticas. La evolución del equipaje militar avanzó en paralelo con las mochilas tradicionales de los pueblos.

En el antiguo Egipto y la Grecia clásica, se preferían canastas simples de fabricar. Por su parte, los legionarios romanos transportaban sus pertenencias en loculus, bolsas de cuero sujetas a un bastón de marcha.

En la Edad Media, los caballeros templarios transportaban sus cargas en una estructura de madera con correas, considerando innecesaria incluso una tapa para ella.

Ya en los siglos XVII-XIX, en Europa se hicieron populares las mochilas de cuero, lona o paño con dos correas rectas. Estos modelos fueron utilizados por los grandes ejércitos de la época, como los de Inglaterra, Francia y el Imperio Ruso.

En las colonias europeas de América del Norte y más tarde en los Estados Unidos, los soldados también usaron mochilas militares, incluyendo durante la Guerra Civil de 1861-1865.

Estos mochilas tenían una desventaja: las correas rectas se clavaban en el pecho y causaban incomodidad durante las marchas.

Ya en la segunda mitad del siglo XIX, los ejércitos de todo el mundo comenzaron a buscar una solución más cómoda. También surgió la necesidad de innovaciones para la gente común, ya que las mochilas tradicionales estaban quedando rezagadas con respecto al avance de la tecnología.

El inicio de la rápida evolución de las mochilas

La mochila militar sufrió numerosas mejoras. Se le añadió una estructura, y la caja rígida fue reemplazada por una bolsa blanda. Para mayor comodidad, las correas se hicieron inclinadas, lo que distingue una mochila de un morral militar.

Ya en 1882, en el ejército del Imperio Ruso, junto con los morrales tradicionales, se introdujo una bolsa impermeable de lona. Su diseño simple y práctico lo convirtió en un elemento duradero, que ha llegado hasta nuestros días sin grandes cambios. De hecho, muchas mochilas modernas con cierre de cordón funcionan con un principio similar.

En 1866, en los EE. UU., el coronel Henry C. Merriam patentó un morral militar con un armazón rígido, diseñado para distribuir la carga sobre las caderas. Sin embargo, la estructura resultó ser poco práctica.

El empresario noruego Ole Bergan desarrolló en 1908 una mochila con estructura de acero. Este armazón era más ligero y compacto que el de madera, además de ser mucho más resistente. Su forma recordaba al histórico Sekk med Meis, que ya hemos mencionado.

La estructura debía ajustarse a la altura y forma del cuerpo del usuario, lo que la hacía más ergonómica. Esta innovación se convirtió en una de las más populares de su época.

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